La ciudadanía se puede definir como "El derecho y la disposición de participar en una comunidad, a través de la acción autorregulada, inclusiva, pacífica y responsable, con el objetivo de optimizar el bienestar público."

miércoles, 29 de febrero de 2012

¿Sumas en positivo o en negativo?

Hoy se está viviendo la manifestación de estudiante, profesores y trabajadores de universidades catalanas por los recortes en educación, contra el gobierno de CIU. Cabe dejar constancia que estos recortes salieron adelante en el Parlament de Cataluña gracias al PP de Cataluña.

Ya era hora que algún colectivo saliera a la calle a quejarse, a decir que está en desacuerdo como se recorta en derechos fundamentales de los ciudadanos y se sigue repartiendo dinero a colectivos afines.

Esto puede motivar también a que más ciudadanos se sumen a las protestas. La unidad hace la fuerza, pero no todo vale.


El derecho a manifestarnos no nos lo pueden coartar, pero hay forma de protestar que nos cuestan el dinero a todos. ¿Cómo?, quema de contenedores, pintadas y rompimiento de material urbano.


Tanpoco cabe generalizar que todos los manifestantes tiene el mismo modo de actuar y comenten estos actos, pero debería protestar también en contra de estos elementos que aprovechan las multitudes para esconder su bajeza y su miserable modo operandis.


Porqué al final resultará que el gasto que nos cueste reparar y subsanar el desenfreno de estos cafres, habrá que sumarlo a los recortes que quieren aplicar y aún nos saldrá mucho más caro.

Paco G.P

domingo, 26 de febrero de 2012

El PSOE busca un muerto en la calle

Ya lo decía Groucho Marx, el menos pedante, ergo, el más inteligente, de los dos Marx: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y buscar luego los remedios equivocados”.

Insisto en que la izquierda no sabe vivir fuera del poder porque vive del poder. Los puestos de trabajo perdidos por el PSOE tras el 20-N han sido demasiado para un partido que vive del sector público y de su control sobre el mismo. Por eso, Rubalcaba anda rabioso: donde no hay harina todo es mohína.

Y por eso, también se lanza a la calle. Los socialistas buscan un muerto, a ser posible en una algarada callejera. Eso sí que daría la vuelta a las encuestas. Es la vieja técnica leninista de crear mártires y aunque Rubalcaba sea un capitalista sin tacha, nunca rechaza los viejos métodos marxistas.

Eso sí, el PSOE se ha aburguesado y ahora prefiere utilizar a personajes de lo más variopinto. Como okupas, anti-todo (éstos son vitales y también se les conoce con el nombre de amargados), quincememistas, nacionalistas radicales como Compromís y, sobre todo, cualquier cristófobo que tengan en mano.

Ellos son los tontos útiles, los que reciben los palos de la política en las calles, mientras los chicos de Rubalcaba apoyan la farsa desde el Parlamento, de forma mucho más civilizada, naturalmente.

Ahora bien, la insurrección callejera tiene sus propias normas. Además, de las más conocidas, como la provocación, está la táctica que podríamos resumir así: Ve a por el hombre, no a por la institución. Por eso, en Valencia -recuerden, la ‘primavera valenciana’, que corre el peligro de terminar igual que la Primavera Árabe- los gamberros ya no acuden a la sede de la Delegación del Gobierno, sino a los domicilios particulares de Francisco Camps o de Ritá Barberá.

Con un poco de suerte, el PSOE logrará que alguno de esos majaderos ponga el muerto y entonces ya podrá pensar en recuperar el poder. Porque un muerto, en un momento de penuria económica, puede resultar mucho más eficaz para retomar el poder que la guerra de Irak o que los 192 muertos de 11-M.

Rubalcaba ha dictaminado el “todo vale” y, a partir de ahí, pueden esperar cualquier cosa.

Eulogio López

jueves, 9 de febrero de 2012

¿Enseñar Constitución o cumplirla?


El control de la enseñanza ha sido, desde siempre, objetivo prioritario para los nacionalistas: tras treinta años en el poder, han convertido las escuelas catalanas en correccionales lingüísticos y centros de adoctrinamiento

A nadie deberían sorprender las recientes palabras de la Consejera de Educación del Gobierno catalán a propósito de la intención del ministro Wert de introducir la enseñanza de la Constitución en los programas escolares. "En Cataluña no tenemos por qué hablar de la Constitución", ha declarado la Consejera. La señora Rigau tiene buenas razones para tan patriótica declaración: Cataluña disfruta ya, no sólo de facto sino de iure, de la independencia escolar. La vigente Ley de Educación de Cataluña de 2009, no significó otra cosa que eso, la secesión escolar de Cataluña. Y hay que darle la razón a la señora consejera: ¿para qué enseñar la Constitución en Cataluña si ya no está allí vigente en una parte sustancial? ¿Para qué va a enseñarse algo que no tiene existencia? Porque, ¿qué fue de aquella sentencia de Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña? ¿No decía que la inmersión lingüística era inconstitucional? ¿Y las sentencias de Tribunal Supremo que obligaban al gobierno catalán a modificar ese sistema y sustituirlo por el de bilingüismo integral? Papel mojado. Una Constitución que no se aplica no tiene existencia: enseñarla en las actuales circunstancias sería enseñanza-ficción, o educación para la fantasía, si el lector me permite la ironía.

El control de la enseñanza ha sido desde siempre objetivo prioritario para los nacionalistas: tras treinta años en el poder han convertido las escuelas catalanas en correccionales lingüísticos y centros de adoctrinamiento, tarea principal en la "catalanización de Cataluña". Ya se sabe: si no se les exorciza desde la infancia para expulsar de sus cuerpos el demonio español, después cuando son mayores y camareros se ponen a hablar en castellano y cantar el ¡Viva España! Y así no hay quien pueda ser "independiente".

Pero, ¿qué había de esperar de los nacionalistas? Lo sorprendente sería que hubieran intentado otra cosa. En consecuencia, lo que resulta verdaderamente sorprendente es que lo hayan conseguido representando a una minoría. Respuesta: porque no han estado solos. Para decirlo brevemente: lo han conseguido porque los gobiernos españoles, los del PSOE y del PP, se lo han permitido justamente al malbaratar la Constitución. La prudencia política, la gobernabilidad de España, ha sido para ambos coser y cantar: se entregan unos pocos derechos fundamentales de los ciudadanos, la libertad de la lengua, la libertad de enseñanza, etcétera, fundamentos, Constitución mediante, fundamentos del orden constitucional… y no se independizan. Después de todo, un negocio barato.

Y uno se pregunta cómo Don Tancredo Wert o Don Tancredo Rajoy, que donde hay patrón no manda marinero, van a imponer la enseñanza de la Constitución en Cataluña, si lo de que se trata es simplemente, eso juraron al acceder a sus cargos, de cumplir y hacer cumplir la Constitución. Porque si no se cumple, ¿de qué sirve enseñarla?

El Sr. Caja es presidente de Convivencia Cívica Catalana.


jueves, 2 de febrero de 2012

Necesitamos trabajo Ya!!!!


Existe una manera de volver a generar empleo y es devaluar el euro, pero Alemania no está por la labor y Don Mariano debe hacer lo que nos marca Europa, por algo es Alemania quien pone más dinero en esta Comunidad Económica. Recordemos que todas las CC.AA reciben del fondo común.

No podrán coexistir una Europa, a dos velocidades o dicho de otro modo, no podremos seguir exprimiendo esa teta hasta que no hallamos controlado el déficit de España y de nuestras Comunidades, y ayer el Sr. Mas nos anuncia que la realidad es que no se podrá cumplir, por lo que agravará la generación de ingresos al Estado y nos veremos obligados a incrementar impuestos por lo que no generará Empleo.

Perderemos un tiempo, que no tenemos-, en darse cuenta que no hay medidas sobre la mesa que puedan generar empleo, ni a corto ni a medio plazo. Ya es que me es lo mismo que Don Mariano incumpla sus promesas electorales de bajar impuestos, es que necesitamos medidas sobre la mesa ya.

Y lo peor de todo es cuando aparece el Presidente Autonómico de Cataluña y nos anuncia que su apoyo al Gobierno de España, -el que nos debe sacar de la crisis-, y dice que es un crédito a plazos, con líneas rojas que nada tienen que ver con la situación económica actual en la Agenda de Cataluña.

Cataluña es una de las comunidades que reciben fondos europeos para fomentar nuestro desarrollo y estabilidad. Cómo se entenderá en Europa que el cumplimiento de los objetivos marcado de déficit desde Cataluña no se cumplirá por la capuza de los Gobiernos anteriores, autonómicos y estatales. Y los actuales ocupados tapando parches y mirando hacia otro lado a la situación económica de las familias, que lo que necesitan es trabajar.