Ya era hora que algún colectivo saliera a la calle a quejarse, a decir que está en desacuerdo como se recorta en derechos fundamentales de los ciudadanos y se sigue repartiendo dinero a colectivos afines.
Esto puede motivar también a que más ciudadanos se sumen a las protestas. La unidad hace la fuerza, pero no todo vale.
El derecho a manifestarnos no nos lo pueden coartar, pero hay forma de protestar que nos cuestan el dinero a todos. ¿Cómo?, quema de contenedores, pintadas y rompimiento de material urbano.
Tanpoco cabe generalizar que todos los manifestantes tiene el mismo modo de actuar y comenten estos actos, pero debería protestar también en contra de estos elementos que aprovechan las multitudes para esconder su bajeza y su miserable modo operandis.
Porqué al final resultará que el gasto que nos cueste reparar y subsanar el desenfreno de estos cafres, habrá que sumarlo a los recortes que quieren aplicar y aún nos saldrá mucho más caro.
Paco G.P