La ciudadanía se puede definir como "El derecho y la disposición de participar en una comunidad, a través de la acción autorregulada, inclusiva, pacífica y responsable, con el objetivo de optimizar el bienestar público."

domingo, 16 de octubre de 2011

Cómo capta y timar a los clientes

Hace tres meses me llega a casa por recadero, un paquete enviado por Movistas, lo abro para saber que era aquello que me enviaba esta compañía después de tres o cuatro años de dejar de trabajar con ellos. El aparato era un lápiz de memoria de esos que te conectan a Internet sin cables, con una carta agradeciendo la bienvenida a la compañía y un teléfono para contactar. Es cuando empieza el problema.



Llamo para comunicar que ni he solicitado nada, y que no necesito una conexión a Internet, la señora insiste en que pruebe el producto y si no estoy satisfecho, puedo renunciar, insisto que no he solicitado nada a Movistar, ni quiero contratar nada con Movistar, que igual que me han enviado un producto sin solicitarlo, pasen a recogerlo.

La telefonista me afirma que no cursará el alta de esta línea, pero que tampoco recogen los lápices que envía, y yo la creí. Ahora tres o cuatro meses después, me ha llegado una carta de un buffet de abogados que se dedican a gestionar cobros, que adeudo a Movistar 1.200 euros por esa línea que jamás he contratado.


Puede parecer surrealista e incluso jocoso, pero no hace ni puta gracia cuando te toca un marrón así, sin comerlo ni beberlo.

Fuente del artículo: Ciudadano Paco G.P

domingo, 9 de octubre de 2011

Arenas movedizas, por Carlos Herrera. Estimada Rahola.


El Semanal XL.
He leído con atención el artículo que amablemente me brindas en La Vanguardia
y no puedo resistirme a la respuesta, en principio, tan amable como tu invectiva. Todo nace de mi resuelta oposición a la prohibición a los toros en Cataluña, esta magnífica tierra de la que los nacionalistas/independentistas tenéis un sentido absolutamente patrimonial, como si Cataluña fuera vuestra y solo vuestra, y nadie que quisiera nada de ella pudiera conseguir aprobación alguna si no se plegara a los dictados que defendéis como indiscutibles (os pasáis la vida exigiendo una España plural, pero luego sois incapaces de reconocer más de una versión de vuestro propio territorio). Partamos desde el principio: yo no califico de ‘chusma’ a aquellos a los que no les gusta la fiesta de los toros: nadie está obligado a nada, ni siquiera a que le guste la sardana, los castellers, las sevillanas o los fandangos de Huelva, todos muy respetables, pero no siempre comunes.

‘Chusma’ es la colección de ‘antitaurinos’ que, semanalmente, se aglomera ante la puerta de la Monumental de Barcelona para llamar «asesinos» a honrados ciudadanos que van a ejercer un derecho hasta ahora respetable como acudir a un festejo taurino. Que a un sencillo trabajador de Cornellá que jamás ha faltado a nadie le asalte un puñado de sujetos acusándolo de algo de lo que han sido, por otra parte, incapaces de acusar a los asesinos de verdad me parece propio de chusma. Lo siento si alguna vez has estado entre ellos, pero eso es propio de individuos con desajuste social. En cuanto a la «miserable basura del nacionalismo catalán» que cito en mi artículo de ABC, créeme que lo hago desde la más pura ansia descriptiva: no me interesan los nacionalismos, ni el catalán, ni el vasco, ni el alemán, ni el chino ni ninguno, por la sencilla razón de que creo que jamás han aportado a la ciudadanía más que argumentos intestinales, demagógicos y baratos.

Lo siento, la pluralidad tiene estas cosas, y hasta en una tierra tan preñada de fiebre identitaria como nuestra Cataluña común el derecho a disentir contundentemente de sectarismos colindantes con el concepto ‘afrikáner’ de la política –basta escuchar a la familia Pujol– es un derecho irrenunciable. Me he pasado la vida defendiendo la realidad que describe Cataluña como una tierra repleta de ciudadanos normales, sin rabo ni cuerno, que brindan lo mejor de sí mismos al recién llegado, de lo cual mi familia fue testigo: es por ello que me resulta especialmente ofensivo que se pretenda tergiversar mi interpretación de una tierra que, en principio, es tan tuya como mía. Me duele, por ello, que los nacionalistas/independentistas como tú hagáis de toda aseveración crítica de un fragmento del pensamiento político una afrenta a las esencias patrias. La patria, lamentablemente, no eres tú.

Las patrias son tantas como ciudadanos habitan una comunidad, incluidos los que acuden a una corrida de toros. El resto de los españoles tienen el mismo derecho que vosotros a considerarse inviolables y, sin embargo, tienen que asistir impertérritos al espectáculo desabrido de unos administradores de la cosa pública que a diario los acusan de imperialistas, gandules, aprovechados o saprofitas. No, estimada Rahola, en mi bella Sevilla no nos pasamos el día pensando en nuestra querida Cataluña; bastante tiene el personal con salir adelante por sí mismo. Cataluña, desgraciadamente, cada día interesa menos, cosa que, por otra parte, al nacionalismo/independentismo no le puede hacer más feliz.

Y en cuanto a Artur Mas, por quien tengo aprecio personal, solo puedo decirte que ha sido entrevistado por mí con la contundencia que creo que el periodismo debe mostrar en defensa de valores esenciales. Si tú no lo has hecho, solo a ti te corresponde saber por qué. El periodismo, como bien sabes cuando has defendido cuestiones en las que coincidimos –como la que hace referencia al conflicto de Oriente Medio–, debe ser combativo y resuelto. Y, sobre todas las cosas, reflejo de una dignidad que está más allá de las patrias menores o mayores.

Dices que los catalanes tienen la piel gruesa y la memoria –creo recordar– muy activa: si con ello pretendes amenazarme con supuestas reacciones de repudio colectivo muy al estilo de los regímenes que sé que detestas, debo decirte muy serenamente que ni tú ni nadie podrá jamás acobardar a aquel niño que se crio y se educó en una casa modesta de Mataró de la que guarda un recuerdo conmovedor. Tenedlo en cuenta tú y todos los que pensáis como tú. Con todo, un abrazo desde mi admiración y afecto.

lunes, 3 de octubre de 2011

Amenazas y Coacciones en los Fraudes electrónicos

Grupo de Delitos Telemáticos. Guardia Civil

Fecha: 03-10-2011

¡Hola amig@s!, como viene siendo habitual, seguimos alertándoos sobre las innovaciones y ocurrencias de los “malos” para conseguir robaros vuestro dinero. Hoy estamos un poco sorprendidos y alarmados con las nuevas “mejoras” que hemos observado en el mundo del fraude on-line. Ya no basta con enviar elaborados correos de “phishing” o tentaros con anuncios de productos “chollo”, no. Ahora los malos han dado un paso más y han pasado al “ataque” de una forma más agresiva. ¿Cómo?, os preguntaréis. Pues ni más ni menos que utilizando nuestra imagen para amenazaros con una supuesta denuncia por impago del producto o por no haber enviado el mismo, en función de la deuda que hayáis contraído con el estafador. ¿Qué ante quién os van a denunciar?, pues está muy claro..... la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, y el F.B.I.

Empecemos desde el principio. Nos disponemos a buscar una de esas múltiples “gangas” que se encuentran por Internet. Tras buscar en diversos portales de anuncios o de subastas, y encontramos el objeto que buscamos a un precio muy, muy,……pero que MUUUUY buen precio. Menos mal que estamos informados de las alertas que publica el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, y estamos sensibilizados ante estas situaciones de ensueño que al final terminan en pesadilla. De todas formas, y ante la posibilidad de que esta vez se trate de un auténtico “chollo”, decidimos contactar con el anunciante, para obtener más información sobre el producto, formas de pago, condiciones de la venta, reputación del vendedor, ubicación del artículo,….etc. Vamos, lo que se hace siempre ¿no?

Una vez hemos recibido su respuesta, observamos que el producto está perfecto, que no tiene costes de envío, y que el vendedor está fuera de España. Además prefiere que le paguemos a través de una empresa especializada en transacciones de intercambio, que verificará el producto, y nos lo entregará tan pronto como hayamos enviado el pago. ¿Os suena? Pues sí, se trata de una estafa. ¡Maldita sea!, y nosotros que creíamos que esta vez iba en serio. Pero bueno, al menos no hemos enviado el dinero, y hemos reaccionado a tiempo. Como ya sabemos que es un fraude, le decimos al anunciante que se olvide, que no nos interesa, y nos olvidamos del tema…….. no sin antes comunicárselo al GDT.

¡Pues aquí está la novedad! Resulta que como no damos ningún paso más, el anunciante, lleno de indignación y rabia, nos envía un correo en el que nos dice que ya ha pagado los gastos del transporte, y que nos va a denunciar………. ¡Por estafa! ¡Madre mía, que poca vergüenza!. Efectivamente, al poco teimpo recibimos un e-mail con el logotipo del supuesto banco y por supuesto los logos de la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policia… ¡y hasta del FBI! Y claro, nos asaltan las dudas… ¿y si esta persona no era un estafador? ¿y si la web de la empresa era verdadera? ¿y si realmente ya ha pagado un dinero y por eso nos denuncia?

Amigos, lo que siempre debéis tener claro es que ni la Guardia Civil, ni el CNP, ni por supuesto el FBI, se van a dirigir a vosotros vía email para avisaros de que os han denunciado. Recordad que los “malos” aprovechan cualquier excusa para quedarse con vuestro dinero. Así que si os ha pasado algo similar no dudéis en acudir a nosotros, y si no, esperamos que estéis alerta. Os esperamos en nuestra web del GDT o en las aplicaciones para iPhone, Android, o Windows Phone.