El independentismo catalán cae en su trampa víctima de su vanidad

El Semanal Digital

Creían que su ronda de consultas iba a ser un éxito y un paso firme en el camino hacia la separación de España y se han encontrado con la indiferencia del pueblo, que les ha dado una lección "No votar no significa decir que no". Bajo esa premisa la Coordinadora Nacional -la organizadora- había intentado en los días previos animar a medio millón de catalanes a participar en la cuarta oleada de consultas independentistas. Así que, siguiendo esa misma premisa suya, el 86% les respondió que quieren que Cataluña siga formando parte de España, puesto que fue ése el porcentaje de abstención (a mayores de los noes, un 10% de las papeletas). La participación se quedó en un discretísimo 14% de media, un 6,5% menos que en las anteriores oleadas. Cuatro de cuatro. Es el balance de estrepitosos fracasos cosechados por el separatismo catalán. Por cuarta vez consecutiva, con su masiva abstención los catalanes les dijeron que en un momento de crisis como éste lo que más les preocupa no es precisamente votar en las urnas de una farsa sin ninguna base legal. Como tampoco qué ocurra con la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, por mucho que la clase política catalana se empeñe en ligar la futura paz social de Cataluña a una sentencia favorable al texto. El batacazo, por tanto, es pues atribuible a CiU -aunque en menor medida- y ERC, las dos formaciones que más han jaleado el referéndum de cartón piedra. Con la de este domingo en 48 municipios del área metropolitana de Barcelona se puso fin al mismo hasta el 10 de abril del 2011, que es la fecha elegida para que se celebre en la Ciudad Condal y, posiblemente, también en otras ciudades y pueblos que todavía no lo han celebrado. En Barcelona, el Barça ya ha adelantado que cederá el Camp Nou para celebrar la consulta. En total, en este tiempo 510 localidades han llamado a sus vecinos a las urnas de la independencia, con unos resultados claramente a favor del "sí". Pero con unas cifras de participación que restan toda credibilidad a ese "sí". En esta ocasión, por primera vez varios personajes de la política catalana, como Justo Molinero y Montserrat Nebrera, han hecho campaña a favor del "no". Y también algunas asociaciones, como una de vecinos de Cornellá. Y también por primera vez, además de observadores internacionales, los ha habido españoles. Entre ellos el actor Javier Gutiérrez, conocido por las series de televisión Águila Roja y Los Serrano. La Coordinadora exprimió políticamente su colaboración de tal forma que Gutiérrez acabó arrepintiéndose por haberse prestado a lo que para algunos ha sido un circo y para otros un paso más hacia su ansiada independencia. Pero ni estos últimos pueden negar la evidencia de unas cifras de abstención que deslegitiman su discurso. Y ni siquiera periódicos de corte nacionalista como Avui pudieron maquillar el batacazo. Aun así, ERC no se quiso dar por aludido. Su presidente, Joan Puigcercós, proclamó que Cataluña "está madura" para pronunciarse el próximo año en un referéndum de autodeterminación. "Una Cataluña independiente será un país que podrá hablar con España de tú a tú, con responsabilidad y educación", afirmó.