Hasta los inspectores de hacienda se están quejando de la voracidad recaudatoria del Gobierno. Y ahora, tras el adiós a diversas deducciones, Salgado, finalmente, no se apea de la subida del IVA, que será funesta para el consumo y los comercios, y que ahonda en la línea de proletarización de unas clases medias depauperadas. Guindilla a quien quiere que nosotros le paguemos la crisis.
El Confidencial Digital
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