La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sigue recordando los graves problemas a los que se enfrenta la economía española. Su secretario general, Ángel Gurría, defendió ayer que “no hay que disimular la situación”. “Hay un problema por el modelo que debe cambiar”, defendió.
Aunque aplaudió que el Ejecutivo español está haciendo “bien los deberes”, recordó que aún sigue sin solventarse muchos de los problemas que provocaron que estallara el boom inmobiliario: “Se debe de ir más a las manufacturas y hacia los servicios”. “Hay además un problema de inmigración, de cinco millones de inmigrantes que estaban en un sector vulnerable”, remachó.
Pese a que el Gobierno ya ve brotes verdes en el mercado laboral, Gurría está preocupado por las altas tasas de desempleo estructurales que acumula España. “Antes de la crisis, la tasa de paro estaba en el 9% y el país llevaba creciendo 15 años 1,5 puntos por encima de la media europea”. El responsable de la OCDE fue contundente: “Ésta es la norma en España, por los efectos de la contabilidad y me temo que por el tema de la informalidad”, informa Efe.
Otra de las cuestiones que más inquieta a este organismo es el futuro de la Seguridad Social. Gurría se mostró esperanzado por la intención del Ejecutivo de cambiar “el sistema de pensiones”. El secretario general de la OCDE también está satisfecho con los planes de austeridad impulsados por el Gobierno de Zapatero: “España ha tomado unas decisiones que requieren mucha valentía política y visión económica”.
Sin embargo, el discurso acerca de los planes de austeridad es diferente si se evalúa la coyuntura española y de la economía mundial, lo que revela que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, tiene mayores retos que sus homólogos europeos. Mientras que Gurría seguía ayer animando a España a que no abandone las reformas, defendía que podría ser necesario ralentizar los recortes a nivel global para evitar una recaída de la actividad.
“Lo que estamos viendo es una desaceleración de la recuperación, pero todavía estamos en territorio positivo. Nuestra visión es que se trata de una debilidad temporal, pero no vemos que se vaya a caer en territorio negativo”, explicó.
“Flexibilidad”
Aún así, reconoció que la debilidad económica es mayor de la inicialmente prevista, lo que supone un nuevo desafío que debe de afrontarse con “flexibilidad”. “Teníamos unas previsiones sobre el debilitamiento de la recuperación en el segundo semestre. La cuestión era conocer cómo de débil iba a ser, y tengo que decir que la desaceleración es mayor de lo que pensábamos”, afirmó.
Según Gurría, hay que estar vigilante sobre la naturaleza de la actual situación y, en caso de que la desaceleración fuera persistente, retrasar la aplicación de las medidas de austeridad.
“Si vemos que la debilidad económica persiste, quizá entonces se pueda retrasar la aplicación de las medidas” para atajar el déficit y la deuda pública, agregó, en referencia a las duras medidas de austeridad acordadas por la mayoría de los países de la eurozona.
Subida fiscal para 100.000 personas
El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, José Antonio Alonso, confirmó en ‘La Vuelta a El Mundo’, de Veo 7, que el Gobierno está estudiando crear un nuevo tramo de rendimiento del IRPF para los contribuyentes con unos ingresos superiores a los 150.000 euros anuales. Esta subida de los impuestos afectaría a unos 100.000 contribuyentes que, según la Agencia Tributaria, tienen ese tipo de ingresos. Estas rentas tributan ahora a un tipo del 43%. “Lo único que puedo decir es que, si se decide subir el IRPF, sólo va a a afectar a las rentas claramente altas”, dijo Alonso.
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